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jueves, 27 de febrero de 2014

BUENAVENTURA DE LA GITANILLA por Mª José López Jiménez

Esta buenaventura me la preparó Dª Ángela de la Torre en el año 1952,  para un teatro que hicimos los niños de la escuela, que entonces estaba en el edificio de la Residencia de Ancianos. La representamos en los  patios que tenía la escuela. Para hacer el escenario se utilizaron puertas y ventanas viejas.  Desde que la aprendí le he tenido en mi memoria.


¡ Esaborío! ¡anda ya!
¡qué perro torzal en un canutero!
¡Torcías te hagas la lengua hasta pa encender las luces
¡Y comió picones te veas que tenga que arrascarte yo!

 Soy errante gitanilla, soy legítima cañí.
 La que to lo adivina y la que da un porvenir.
 Yo digo la buenaventura rebosando cariá
 Como no la dice nadie en toíta la triniá.
 Aquí está la gitanilla. Traigo cestas baratas.
 Las doy a cambio de papas, habas, harina garbanzos habichuelas
 Por toitico las cambio. Hasta por ………
 Hasta por aceite las cambio.
¿Te la digo bigotillo? ¡ Déjame que te la diga!
¡Que luego te golveras con las cosa que te diga….!
¡Jesús con el señorico!

 A ti buen mozo que ties cara de bueno!
Te voy a decir la buena ventura. Ahora que no te pongas serio ¡ eh!
Te voy a decir ca verdad como melones.
Te hablaré de una serrana que por tus huesos se pirra.
y que tie su coloriso de llorar tus picardías.
Te pintaré su retrato que la verás a ella misma
Con ese cuerpo de groria que tie la probesilla.
Más bien plantá que una palma
más colora que una guinda
más hasendosa que un sabao
y como el oro de limpia.

 ¡Anda resalao regístrate esos bolsillos y afloja una perra chica!
¡ Que vas a saber más cosas que el rey de los periodistas!
 ¡Más años que siete loros vas a tener tú de via ¡
 Y si alguna vez te mueres que dios no te lo premita.

 ¡ Anda buen moso ten lástima de estas probes criaturicas
 que tien de pasar hambre terarañas en las tripas!
 ¿Qué no me das na chavea? ¿Qué no me das na?
¡Premita Dios que el pelo te arrastre y no haya barbero que quiera pelarte!
 ¡Como los cantaros te veas con la boca abierta y sin lengua!
 ¡y corgao de un ojo como las sartenes ¡
 ¡y premita Dios que des un tropezón que con la uña del deo gordo te rebanes el pescuezo!

 ¿que no medas naaa que no quies embusterías?
 ¿yo embustera so mal ángel yo embustera guasa viva?
 ¡ Que te mueras ahora mismo si yo te he dicho una mentira.


¡María José López Jiménez

viernes, 14 de febrero de 2014

VIVENCIAS DEL FANDANGO por Dolores Losada


               Esperamos el más mínimo momento para remover sentimientos, volver la vista atrás y poder  expresar todo lo que nos inculcaron y trasmitieron nuestros mayores, con ese amor  tan arraigado por nuestras costumbres y tradiciones, que éstas han ido pasando  de generación en generación.

            Precisamente una de nuestras tradiciones muy apreciada y valorada por todos era el baile de Ánimas (Nuestro Fandango). El cual congregaba a las gentes más sencillas de toda la villa de Zújar. Gente que dentro de su humildad y a pesar de ser tiempos difíciles, reunían ilusiones y alegría para poder animar a todos de la mejor manera que sabían (con su Fandango).




            !Gracias a estas personas que supieron mantener vivo nuestro folklore y posteriormente a Pepita Plancha que los reunió cuando éstos eran ya mayores, para que le trasmitieran sus enseñanzas y así poder ella impartirlas a las nuevas generaciones!

              En el barrio de la Abatel, Dolores la del Loro cedía su cueva con mucho agrado, para que en ella bailaran todos los vecinos (eran verdaderos maestros bailando y cantando el fandango). 

           De ellos, Pepita  fue aprendiendo los bailes y las canciones que después enseñaría a multitud de grupos de baile organizados por ella. 

Foto enviada por Miguel Martinez Navas, aquí aparece entre el resto del grupo tocando

         Entre las personas que se reunían en la cueva podemos mencionar a: 
  • Pepe el Manduco y a  su mujer Rosa
  • Leonor (La Garbosa) madre de Juan Navas (Gurugüi)
  • Pedro Losada Moreno (el Moro) que tocaba la guitarra
  • La pareja formada por Joaquín Guardia (Ropas) y Dolores Losada Moreno, bordaban el fandango, lo desarrollaban a la perfección, era precioso ver con que arte bailaban.
  • Gertrudis García Arredondo también  cantaba y bailaba como nadie.
  • Antonio  (el Añico) padre de Pepe (Palojo) era músico: Más tarde su hijo Pepe (con una voz maravillosa), cantaría en los grupos de bailes regionales que sucesivamente iban surgiendo gracias a Pepita.
  • Manuel Calixto también puso su granito de arena enseñando  a diversos grupos de baile.

Sin duda han quedado muchos por nombrar, a todos nuestro agradecimiento.
Termino con la letra de un fandango que cantaba Gertrudis, decía así:

                                                  “Para hacer un templo,
                               no hace falta material,
                               que con muchos corazones,
                               más bonito está el altar”.


 Escrito por Dolores Losada para Miradas al Ayer de Zújar
                                             Enero 2014


miércoles, 12 de febrero de 2014

RECUPERACIÓN DEL FANDANGO DE ZÚJAR Por Encarna Sánchez Navas

          
A principios de los 60 del siglo pasado (s. xx) apenas quedaban unas pocas personas  que supieran bailar el Fandango en Zújar. Fue entonces cuando un grupo de jóvenes movidos tal vez por el impulso que los Coros y Danzas de la Sección Femenina estaba dando al folklore en España, deciden unirse para aprender los pasos del Fandango de Ánimas, que si bien aún no había desaparecido, estaba en vías de extinción.

Entre aquellos jóvenes que deciden rescatar el fandango del olvido se encontraba, como no podía ser de otra manera, Pepita Plancha  a la cual debemos gran parte del mérito de que actualmente haya un gran número de personas, (entre las cuales me encuentro), que hemos tenido la suerte de aprender y bailar nuestro fandango.
Junto con Pepita, principal impulsora de este grupo, se encontraban:



Lolita Olivares, organizadora de los actos en los que participaba el grupo de baile, como  Presidenta de Acción Católica.
Angelita Canalejo, hija de un guardia civil por entonces destinado en Zújar.
Magdalena y Antonio Arredondo
Hijos de Adelaida (Molineta) y Cayetano.
Pepa Espejo (de la Navarra).
Pepa, (hermana de Clemencia) y otros.
Este grupo nunca hubiera llegado a formarse, a no ser por el trabajo desinteresado de  algunas de las pocas personas, (la mayoría mayores) que  en aquellos años  sabían bailar el Fandango y que se ofrecieron a enseñar los pasos y las canciones a estos jóvenes deseosos de mantener nuestro folklore.

Entre las personas que enseñaban el Fandango se encontraban: Leonor, madre de Juan Navas (Gurugüi), Socorro, Piedad, Gertrudis García Arredondo, Dolores Losada Moreno, Francisca (Pachicha), Raimunda y su madre…

Los ensayos se llevaban a cabo en el barrio de la Abatel en la cueva de Dolores (madre de Ángel el Loro), en las escuelas, y cuando no encontraban otro sitio, ensayaban incluso en la sacristía.

Allí se reunían Pepita, este grupo de mujeres y algunos hombres como Pepe el Manduco (el cual enseñó las canciones antiguas del fandango como “Quédate con Dios devoto”    “Yo vide un cerro Volar”…),  para intentar recuperar esta tradición oral que gracias a estas personas sigue vigente.

Pepe el Manduco además de enseñar las canciones, también colaboraba como músico. Tocaba la guitarra, según Pepita con gran habilidad.

Otros músicos que formaron parte de estos coros y danzas  fueron a la guitarra: Fernando el de  Mª del Mar, Manolito Plancha, Miguel Martínez Navas, Pedro Losada Moreno (el Moro).
Francisco Martínez Navas tocaba el laud y Juanillo el de Mª del Mar tocaba  la bandurria.
El Cojo Zarca y su hijo Antonio (Añico) eran músicos. Más tarde, Pepe (Palojo) hijo de Añico, cantaría en el grupo.

Esta agrupación de baile zujareña, bailaba el fandango (como era costumbre en la época) al finalizar las cosechas, (en las eras), en los San Antonios  (altares que se vestían en las vísperas de S. Antonio y en donde las mozas supuestamente pedían al santo que les saliera novio), cuando pedían para las Ánimas (de ahí su nombre), por Navidad, Fiestas, Feria…

Este grupo  estaba totalmente consolidado, cuando con motivo de una visita del obispo a Baza, Zújar fue invitada para participar en un concurso de bailes regionales que se celebró en el colegio de la Presentación. Como este colegio era femenino no le permitió a Zújar llevar los músicos varones (no olvidemos  que era principios de los 60). Sin embargo cuando los componentes de este  grupo de baile llegaron al colegio, observaron que los Coros y Danzas de la Sección Femenina de Baza sí llevaban sus propios músicos (hombres), por lo que tuvieron que improvisar un ensayo con ellos, para que estos les sirvieran de acompañamiento en sus bailes.

Una anécdota divertida de esta visita (por no tener consecuencias), ocurrió cuando el escenario del Teatro Ideal se vino abajo con el obispo y el grupo de baile de Zújar que en esos momentos se encontraba sobre él, quedando arriba únicamente Pepita Rodríguez (Plancha).
No obstante, a pesar de este incidente, la jornada tuvo gran éxito para Zújar que consiguió el primer premio del concurso.

A raíz de la exitosa actuación  de Zújar, la Sección Femenina  de Baza, con Doña Isabel Portillo como Delegada, vino a nuestro pueblo a aprender  los pasos del fandango (que junto con otros pasos que aprendieron en otros pueblos de la comarca, conformarían su actual fandango) para posteriormente presentarse a un concurso que se llevó a cabo en el Teatro Isabel la Católica de Granada. En este concurso los Coros y Danzas de  Baza, llevando a Pepita como cantaora, fueron presentados con el Fandango de Ánimas de Zújar.

A mediados de los 60 viene a Zújar la Cátedra ambulante de la Sección Femenina (era como una escuela femenina viajera. Sus caravanas se instalaban durante meses en un pueblo  dando clases y recuperando tradiciones y costumbres).
Es a partir de entonces cuando Pepita, Delegada de la Sección Femenina de Zújar, empieza a organizar grupos de baile.
Forma el primer grupo con  niñas de entre 8 y 12 años aproximadamente.
La iniciativa fue acogida con gran ilusión, puesto que era el primer grupo infantil de baile que existía en mucho tiempo. Además, así, nuestro Fandango tenía más perspectivas de continuidad.
Los ensayos se realizaban en el comedor de las escuelas de la Cruz de los Caídos. Recuerdo la habitación llena de gente, músicos, niñas, personas mayores…las niñas estábamos muy ilusionadas y creo que los demás también, porque en el fondo pensábamos que estábamos contribuyendo a mantener viva una tradición nuestra que estaba algo olvidada.
El día previsto para el primer baile era el Domingo de Fiestas después de los Papeles.
Ese día amaneció con buen tiempo, por lo que mucha gente subió al cerro de romería. (A mí esta vez no me importó quedarme porque me hacía mucha ilusión bailar esa tarde).
A medida que avanzaba la mañana, el tiempo fue cambiando, de manera que a eso de las tres de la tarde cuando me disponía a ir a casa de mi compañera de baile Dolores (la Miguela) en donde sus hermanas nos iban a peinar, se desencadenó una fuerte tormenta. Estuvo lloviendo mucho rato, en realidad no recuerdo bien si esa tarde dejó de llover del todo.
Cuando terminaron de peinarnos nos dirigimos hacia la bodega del Realista. Allí estaban las demás compañeras acompañadas con sus madres, vistiéndose con el atuendo del fandango,  a pesar de que las condiciones atmosféricas presagiaban  que  nos íbamos a quedar compuestas y sin baile.
Así fue, eran poco más de las seis de la tarde cuando a través de los cristales de la puerta de la bodega, vimos con tristeza y desilusión pasar la procesión a paso muy rápido debido a la intensa lluvia.
Todo lo que había sido programado para esa tarde  tuvo que ser aplazado. Los bailes fueron pospuestos para el Martes de Fiestas después de la representación del Drama.



Ya en esta ocasión sí pudimos llevar a cabo con gran ilusión y con muchos nervios (por nuestra falta de experiencia) nuestro fandango de Ánimas.
Otra de las ocasiones en que  bailamos, fue en Guadix  en la Plaza de las Palomas con motivo de los actos programados (creo recordar) para la Consagración del obispo Gabino. Tengo un recuerdo bonito, sobre  todo por lo que suponía salir del pueblo en aquella época.
Pepita siguió durante muchos años (de forma totalmente altruista) enseñando el fandango y otros bailes regionales como: Malagueñas, Murcianas, la Reja, el Candil… y por supuesto el Fandango, a niños y jóvenes que bailaban en Zújar a lo largo del año con distintos motivos, así como en otros pueblos cuando surgía la ocasión.
Otra persona que también merece una mención especial en lo que se refiere a la conservación y difusión de nuestro Fandango es Manuel Calixto.
Calixto tenía alrededor de 10 años (finales de los 40) cuando Fino (Gitano de Zújar), le enseñó a bailar el fandango, el cual también contribuyó en aquella época a que nuestro fandango haya llegado hasta nuestros días. Fino además de enseñar a bailar, participaba en el grupo de baile cantando y tocando la guitarra.
Calixto participó en grupos de baile hasta los 20 años, fecha en la que  él y su familia emigraron a Barcelona.
Después de un largo paréntesis de alrededor de cuarenta años, Calixto volvió a Zújar y retomó de nuevo el baile, pero esta vez como maestro, trasmitiendo a  niños y jóvenes lo que sus antecesores le habían enseñado a él, “el Fandango”.
Como podemos observar nuestro Fandango, aunque con altibajos y no exento de dificultades se ha ido manteniendo en el tiempo.
En mi opinión creo que podemos sentirnos orgullosos de todas esas personas que en su momento aportaron su granito de arena, para impedir que nuestro Fandango quedara en el olvido como ocurrió en algunos pueblos y ciudades.
No obstante creo que deberíamos seguir motivando a jóvenes y niños para que sientan la necesidad de conservar y mantener vivas nuestras costumbres y tradiciones,  poniendo en el lugar que se merece a  nuestro folklore.

Encarna Sánchez Navas
Zújar, Febrero 2014 




viernes, 7 de febrero de 2014

BORDADO DE REFAJOS Por Encarna Sánchez Navas

                   
La técnica del bordado de refajos a mano, como cualquier producto artesano, requiere una dedicación que el ritmo trepidante de la sociedad actual hace que haya poca gente que lleve a cabo esta labor. No obstante para evitar que estas tareas artesanales caigan totalmente en el olvido, existen una serie de talleres donde se enseñan y practican labores manuales en desuso.

El bordado de refajos, como la mayor parte de la artesanía, necesita muchas horas de trabajo y una gran dosis de delicadeza y mimo en su ejecución. Esto lógicamente, casi siempre, se hace puramente por afición o capricho puesto que el tiempo empleado no lo hace rentable.

El uso de refajos es muy común en el folklore español. Los modelos son bastante parecidos, aunque hay zonas donde varían sus características y estilo.

Están confeccionados de paño de lana (generalmente negro), la mayoría de los refajos están bordados con lanas (de buena calidad) a menudo de colores variopintos muy vistosos. Sus motivos son multiflorales, en ocasiones, con la presencia de animales: pájaros, pavos reales, mariposas, leones…algunos de ellos con significados en distintas creencias religiosas (los pájaros portando ramas floridas son  símbolo de gracia y amor eterno en las creencias cristianas, mientras que en las musulmanas simbolizan la vida).

También se utilizan otros tipos de materiales en  el bordado de refajos o manteos con puntas montadas en la espalda (Castilla León),  como: lentejuelas, canutillos, huevecillos…

Nuestro refajo de Zújar, como  muestran las distintas fotos, es de paño de lana  negro con bordados florales y animales intercalados (mariposas, pájaros, zorros, pavos reales…).

Este refajo coexistía con otro tipo de refajo de rayas de colores, hecho en los antiguos telares, según se aprecia en la foto era  más humilde, imagino que lo utilizarían en ocasiones de menos solemnidad.


En cuanto a la técnica del bordado es sencilla pero, como se ha dicho anteriormente, requiere mucho tiempo. Primeramente se hace el dibujo completo en papel de seda, luego se calca en la tela con papel de calco blanco (si la tela  es negra), después se embastilla (hacer bastas) para que no se borre el dibujo y  a continuación se pone la tela en el bastidor, tensándolo para que se pueda trabajar bien, y ya está listo para bordar.
Hay muchos tipos de puntos: diagonal, festón, lanzado, realce, relleno, cadeneta, punto de tallo…
Cuanto más amor y esmero se le ponga a la labor el resultado será más esplendoroso y brillante.

A decir de la mayoría de las personas que practican estas labores esto les proporciona mucha relajación y disfrute.

Encarna Sánchez Navas