Cada instante que pasamos en la cumbre nos da algo así como un renuevo de vida. La brisa que se coloca frente a nuestra propia mirada, nos empuja para alcanzar esa lejanía desde la cual miles y miles de criaturas se han sentido dueñas de tan grande belleza.
Foto de Antonio José Hortal Sánchez |
Tu silueta es como la de la Virgen, siempre que te he observado notaba que Ella y tú, tú y Ella estabais invisiblemente unidos.
¡Sabrás tú
cuanta gente ha recorrido esos
caminillos empinados para llegar a tu
cima! ¡Sabrás tú cuantas lágrimas se han
vertido por aquellos, que subiendo tus escarpadas laderas, echaban en falta a los seres queridos que ya dejaron este mundo!
Foto de Antonio José Hortal Sánchez |
¿Y qué me dices de las risas y
algarabías de los que ascienden con el propósito de ser felices,
desparramándose por tus piedras echando al viento sus sueños ?
Jabalcón tú
sabes mucho de historia y a ese saber tuyo abro bien mis oídos y mis ojos, para no perder detalle de lo que me cuentan cada loma, o cada cuesta, tus barrancos
o esas simas secretas.
Las
civilizaciones más antiguas de un pasado neolítico dejaron huella de sus rituales en el lugar conocido como el Refugio de las Cornicabras.
Con el devenir de los pueblos iberos, que hallaron vida próspera junto al río Guadiana Menor, tengo por seguro que te engrandeciste, al igual
que lo hicieras cuando los romanos construyeron las termas y esa vía magnífica,
que conectaba Cartago Nova con Cástulo.
¡más de un viandante debió pensar, de ti, que eras el monte mejor formado de cuantos hubieran visto!
¡más de un viandante debió pensar, de ti, que eras el monte mejor formado de cuantos hubieran visto!
Echo una
mirada a tu ayer y siento esa fortaleza que infundiste a los de una y otra cultura. Siempre ecuánime
con ellos. A ninguno diste más que a otro y pienso:
¡ que bien
te has sabido entregar a todos los que junto a tus faldas se instalaron!
Foto de Antonio José Hortal Sánchez |
En eso nadie puede reprocharte que no hicieras una acogida igualitaria a cuantos pueblos se asentaron en la inmensa circunferencia que tus laderas trazan.
Jabalcón
abierto y hospitalario, con las aves que anidan y con las que van de paso. A veces hostil con la flora
pero excelente medio donde la árnica y la alhucema, adorna o perfuma exuberante.
Espectacular
balcón desde donde mirar las fronterizas provincias y a los más lejanos lugares
a donde la imaginación nos lleve.
! Mi Jabalcón
amado ! Leal compañero que nunca faltas a esa cita, a esa cita con
la que cada año en abril, sueño.
Enero 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario