ANTONIO HORTAL DE LA TORRE

A él le dediqué durante el verano de 2014 una hora que se me hizo corta. Me quedé atrapada en esa bondad que le nace del alma. Nada es fingido en Antonio.

Él, conversa con las estrellas pero con una inspiración basada en lo sencillo, en el día a día de sus cosas y a ese lugar maravilloso supo trasladarme.

 Me quedé empapada de su sonrisa. Una sonrisa cortés y juguetona con la que sabe dar cariño y también recibirlo, porque ambas cosas son importantes.

De ese diálogo con Antonio obtuve una recompensa, su amistad.

Hablando de su juventud y de su esposa  pasaron los minutos y yo me llené de sus historias.

Aconteceres de una vida de esfuerzo, escuchándole  no podría decir  que fue  víctima de sufrimiento y penalidades porque él sabe transformar la dureza de la vida en aceptación y esperanza. Sus palabras sonaron optimistas  cuando desveló esos recuerdos difíciles en las  saliendo apenas de la adolescencia tuvo que vivir el barapalo de la guerra civil española.

Foto Antonio Hortal Sánchez

 Me quedo corta diciendo que es Antonio una bella persona. 

A él ahora le gusta ser escuchado porque quizá anteriormente no le habría dedicado tiempo a decir  lo que ahora  necesita decir y le parece muy importante  contarlo.

 Afortunadamente tiene unas hijas y un hijo que le escuchan que le adoran, amigos por doquier que lo admiran y respetan. 

 Ser mayor como tú eres, es un ejemplo y yo he llegado a ti para descubrirlo, contarlo y  mandarte una cesta llena de abrazos que a buen seguro se verá multiplicada por la que en homenaje a lo que  tú eres y significas se unirán cientos de zujareños. 

Os dejo el vídeo de mi encuentro

 E. Sampelayo