miércoles, 14 de octubre de 2015

TRAS LA PISTA DE UN ZUJAREÑO QUE EMIGRÓ A EE.UU. Francisco Noguera Heredia

        La historia familiar  nos propone a veces retos apasionantesy nosotros en Miradas al Ayer pretendemos que esas micro historias alcancen la  notoriedad que merecen. 
En ocasiones como esta,  queremos encontrar alguna justificación al curso de la vida y formar el mapa de nuestra microhistoria  cuando  una parte de ella es un misterio, o cuando desconocemos el paradero de algún miembro de la familia que hace mucho tiempo  tuvo que marcharse.
             Por eso hoy reflotamos los recuerdos  para encontrar la senda de ese familiar de Encarni Vico Noguera que en los años treinta marchó muy lejos cruzando el charco y se estableció en EE.UU.
Se trata de Francisco Noguera Heredia que emigró a Nueva York casándose con una mujer de allí. Era hermano de José el correo personaje  de gran importancia en la vida y en los afectos de muchas personas de Zújar y  comarca  desde la  primera mitad del siglo XX.
Os vamos a dejar unas preciosas fotografías que conserva Encarni. Esas imágenes nos muestran el  deseo que albergaron ambas partes de la familia de mantener unos vínculos de fuerte cariño, pues tanto los que se fueron como los que quedaron en Zújar llenaban la distancia enviándose cartas y fotos como las que aquí mostramos.

 Francisco Noguera Heredia .Foto cedida por Encarni Vico Noguera

Esposa de  Francisco Noguera Heredia e hijo en la puerta de su casa 
Foto cedida por Encarni Vico Noguera
 Francisco Noguera Heredia posando junto a su coche  
 Foto cedida por Encarni Vico Noguera


 Francisco Noguera Heredia con su hijo.Foto cedida por Encarni Vico Noguera
 Francisco Noguera Heredia con su familia en EE.UU. 1939 Foto cedida por Encarni Vico Noguera

 Hijo de Francisco Noguera Heredia Foto cedida por Encarni Vico Noguera
 A veces, y a muchos os habrá pasado, buscamos  explicaciones a esos acontecimientos que provocan la separación de algún miembro de la familia,  múltiples circunstancias motivaban en los años treinta a emprender un viaje lejano, tan lejano que con el paso del tiempo a pesar de no haberlo querido así,  la familia se siente desmembrada porque el  acercamiento físico nunca llega a producirse. Años después  el recuerdo de esos seres queridos, que cierto día se trasladaron a un país distante,  fluye para estimularnos a recuperar  esa historia de vida que nos perdimos y reaparece  el deseo de abrir  la puerta  a los muchos afectos de los que nos vimos privados.

Si hoy escribimos esto es con el deseo de que las familias se reconforten uniendo lazos que  sirven de apoyo a la reconstrucción de nuestra identidad.

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