El mejendero.
Yo lo recuerdo así,
se decía mejendero
aunque en otros sitios
también columpio o mecedero.
Mi padre hacía uno
siempre en las matanzas,
así todos los zagales
jugábamos hasta las tantas.
Cualquier viga del patio
del porche o de una puerta
valía para atar dos cuerdas,
y estas a una espuerta.
Los mejenderos se fabricaban
en el patio o en la solana
y todos en él se montaban
aunque no tuvieran gana.
Y si cuando te mecían
algún bruto te empujaba
salías hasta despedido
y en el suelo te hocicabas.
En el brazo de un árbol,
mi tío Antonio hizo uno
y tantos nos subimos en él
que la rama se partió
haciéndonos a todos caer.
Porque estos columpios
nos tenían entretenidos,
así los mayores no paraban
de hacer los embutidos.
Que bien me lo pasaba
montado en el mejendero
comiendo chicharra y morcilla
con pan blanco y casero.
Estanis Fernadez
Mayo 2018
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