Nos adentramos en una fiesta de gran calado en el acervo tradicional y cultural de Andalucía como es la Fiesta de Moros y Cristianos de Zújar pero en especial en un acontecimiento único que imprime a la fiesta un sello de originalidad que la hace más atractiva y mágica.
Hablamos de la Romería al Jabalcón, cerro del altiplano de Granada con cerca de 1500 metros de altitud en el que se aúna la grandiosidad natural de su roca caliza y su proporcional belleza para acoger a miles de visitantes que realizan este peregrinar sin parangón en toda la zona del altiplano granadino, sin ningún otro referente de idéntica belleza en el territorio andaluz.
Es Zújar un bellísimo municipio instalado en la falda del Monte Jabalcón que arquitectónicamente conserva el recogimiento íntimo que dan sus calles de época musulmana con un perfil humano costumbrista-andalusí del que brotaron leyendas preciosas. Pero aún más, hay que decir que Zújar es cuna de las mejores representaciones teatrales de moros y cristianos que jamás se haya de escrito, como es el Cautiverio y Rescate de Nuestra Señora la Virgen de la Cabeza, obra anónima con trescientos años de antigüedad; trascendiendo su valor literario a otro más íntimo y espiritual que se ha inyectado en el propio carácter de los zujareños confiriéndoles cierto talante poético y un punto de mira de espiritualidad que los hace ser únicos.
Foto José Francisco Arredondo |
El pasado domingo 27 de abril todo el pueblo de Zújar y millares de visitantes provenientes de diferentes lugares participaron del regocijo de la romería al Cerro Jabalcón, acompañando a la patrona de la Villa, la Virgen de la Cabeza.
La descripción de este fenómeno maravilloso hace emocionar a la mente más fría.
Desde el amanecer el pueblo entero se concentra en su plaza y en sus calles en torno a la llamada de cientos de jóvenes tocando el tambor que esperan la salida del templo, con gozos y algarabías, de la Virgen “Chiquitilla” así llamada por todos.
Rostros felices, multitud de abrazos, hondear de bandera que majestuosamente baila bajo su trono y un clamor apasionado de devoción a la patrona que conmueve y fortalece.
El pueblo entero sale en procesión acompañando a la patrona hasta la cima del monte Jabalcón. Un pueblo romero, que va ascendiendo por los caminos del monte de Zújar envueltos en el aroma que deja el sol de primavera. Unos a pie, otros a caballo, descalzos y animosos aquellos, joviales y entusiastas otros. Presentan una imagen singular en un entorno de increíble belleza que deja al descubierto sierra y campos de toda la hoya de Baza y los horizontes de las provincias de Murcia, Almería y Jaén.
Foto José Francisco Arredondo |
Esta romería puede considerarse como el acontecimiento religioso y natural más trascendente de los que pudieran manifestarse en la provincia y aún más en todo el territorio español, por lo que estaría llamada a obtener la declaración de patrimonio inmaterial de la cultura y las fiestas de los pueblos.
No solo los parajes de Zújar, sino todo el conjunto humano que participa en esta romería, ofrece una singular belleza y colorismo que envuelve y contagia a cuantos emprenden el camino. Allá intervienen en la salida del camino y más aún en la llegada un despliegue de personajes representativos de la Fiesta, como son las escuadras de moros, cristianos o los actores del Drama, que por trescientos años se viene escenificando como son: el Ángel, Luzbel o el Capitán moro y Cristiano con sus ayudantes.
En definitiva una romería con elementos de historia, poesía, música y naturaleza, en una explosión de singular belleza acogedora de sus visitantes, recibidos cariñosamente, en uno de los cerros más emblemáticos del entorno que atrapa con su magia y con la hospitalidad de la gente.
Texto: Elisa Isabel Sampelayo LópezFotos: José F. Arredondo Arredondo
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