Pepe, Francisco, Manolo y Antonio en una época en la que sus brazos y su unión era lo único que se podían permitir para seguir luchando por sacar a sus familias adelante. Hoy somos más poderosos en muchos bienes materiales pero ....... ¿nos falta corazón ? Su lucha diaria se basaba en el sacrificio y en ser humildes.
Eso significa HACER EL BIEN, algo que hoy se practica poco .
A ellos nuestro sincero reconocimiento. Emigrar fue duro. En esta foto vemos en sus caras, la sombra de diferentes sentimientos gracias a los cuales podemos aprender: Aunque veamos pesar y tristeza en el rostro de algunos, arrojo y temple en el de otros, inquietud, pena y tal vez miedo. Pero es que estos valientes hombres eran humanos y gracias a que hicieron lo que hicieron ellos y cientos de personas más, hoy día hemos progresado económicamente ¿pero hemos progresado en mantener los buenos valores familiares. ?
En esta época de finales de los cincuenta, sesenta y setenta las familias de Zújar se vieron en la imperiosa necesidad de emigrar. Muchos tuvieron que hacerlo como temporeros y en esos momentos en los que la penuria les hacía abandonar su tierra y su familia se fomentaron los lazos familiares como ocurrió en esta familia que o presentamos en portada.
Era un tiempo de "modernización" y mecanización de los procesos de trabajo agrícola y esta fue la causa principal de la emigración en el medio rural andaluz. Era una época en la que el paro era estructural porque había una gran cantidad de jornaleros y una gran crisis de las pequeñas explotaciones agrícolas. En los años sesenta y comienzo de los setenta, aproximadamente dos millones de andaluces se vieron forzados a emigrar, integrándose mayoritariamente . Esta emigración, supuso el despoblamiento de las zonas más marginales de Andalucía,
Fue una emigración potenciada por el propio Estado, con ella pretendía fomentar la la alternativa más viable para los jornaleros "sobrantes" y muchos campesinos desafortunadamente arruinados.
Sirva nuestra publicación para agradecer a todos ellos su lucha. Gracias a Estela Losada Carmona por ceder esta emotiva imagen.