HOMENAJE A NUESTRO RUFINO EN ZUJAR. POR SU BUEN HACER HACIA:
EL JOVEN PERICO Y, A LOS MUCHOS ANIMALES ABANDONADOS...
Siempre que visitaba la Plaza Vieja o Mayor,
veía a Perico entrar y salir del bar de Rufino
con el cubo del agua, allá frente a la Iglesia.
Como si el casino-bar fuera su única casa...
Era un hombre con sus facultades escasas,
yo diría entre el cinco y el diez por ciento...
Ya sus padres ancianos murieron con pobreza.
Su lenguaje precario y no estimulado, como
el de un niño de no más de un sobrado añito....
llamaba a su alma protectora: "i..no" (Rufino).
Desgarrado iba por el empedrado pueblo,
sin calor de nadie, ni rumbo y desvalido,
bajo horizontes sumamente sombríos,
en un vaivén de su descontrolado cuerpo...
en él se reunían: pena, angustia y olvido.
Dejado a su suerte en las calles de Zújar,
en crueldad, como un perrito sin amo...
Escarnio de mozalbetes mal educados,
barullos que no detienen los aires de ruidos,
tierra bendita pero con tristes descuidos...
Y este reclamo no me corresponde.
Maldito horror de deshonra, un bebé pidiendo
de quien transita en el pueblo, sin
alboroto en la triste sombra...
Naturaleza que no quiso aceptar el aborto,
no importando, males de otros,
sangre de su vientre, danza herida....
Embriagados sin descanso no miran...
Vivimos a veces sin oír nuestra alma,
la esencia en llama, Su cuerpo joven.
Andrajoso que provoca, vestir un santo,
la acción cotidiana, Cristo por la calle.
¡Zújar, tierra como todas! con fácil olvido,
de este ángel perdido, que llenaba la Plaza.
¿Cuántas veces tocó a puertas cerradas?
Aquellos ojos limpios y llenos de inocencia,
aquella criatura primaria, ¡pobre Perico..!
Vaya mi máximo reconocimiento a Rufino,
gran persona por su humanidad y nobleza...
Por quitar hambre... ¿cuántas veces?
a una criatura débil como el mismo mundo,
en lugar de decorar imágenes de madera o yeso.....
Él, con su alma blanca, presidirá cerca de Jesús,
el pasar constante de los justos gloriosos....
AR. Desde el Caño Jorge.